pausa

"Estos días, hemos querido también, estar sin compañía, y sabes muy bien que no es porque nos sintamos deprimidos, es solo que hemos estado mucho allá afuera, y solo queremos replegarnos, y energizarnos después de tanta pérdida.
El problema del tipo jungiano. Hemos estado navegando dentro del océano mental, tratando de reecontrarnos y sentirnos nosotros mismos para volver a empezar. En verdad el mundo allá afuera de la isla nos desgasta, como un vampiro nos atrae sensualmente pero luego nos deja débiles, sin fuerza alguna. Y entonces siempre regresamos a casa, satisfechos por lo hecho allá afuera, pero medio maltrechos y riéndonos de nosotros, sin olvidar el buen sentido del humor. No cuesta nada esforzarnos, lo hacemos con gusto, porque sabemos a dónde conduce todo ello, solo que resulta gracioso ver cómo devasta el animus, que luego se reconstruye, transforma y nos anima nuevamente, dándonos la energía necesaria..."